Las capacidades diferentes y el taller de arte

Suele decirse que las actividades artísticas sirven para distender, para relajar, para distraer. En el caso de las personas que poseen capacidades diferentes, trastornos, o enfermedades, es uno de los casos en los que se aplica este pensamiento. Es cierto que esto se verifica en muchos casos. Sin embargo, del modo que nosotros lo entendemos, puede ser mucho más.

El objetivo general que tenemos para nuestros alumnos es que aprendan y se superen en forma creciente y constante, en un ambiente agradable. Con un programa personalizado en cuanto a los ritmos de aprendizaje y gustos, pero dentro de pequeños grupos, lo cual influye positivamente en el desarrollo.

Exactamente el mismo objetivo corre para quienes tengan algunas complicaciones extra. Ninguno de nuestros alumnos llega en idénticas condiciones a otro ni parte con los mismos conocimientos. Por tal motivo la forma de adecuar el programa y los ritmos de enseñanza son los mismos: poner delante del alumno problemas con dificultades que estén en condiciones de superar con un poco de dedicación y una vez superadas las mismas, pasar a otro peldaño con una nueva dificultad que vuelva a estar a su alcance. Este método de dificultades crecientes no representa una “muralla” para nadie pero tampoco subestima las capacidades y sobre todo los deseos de ningún alumno, por más dificultades iniciales que posea.

Por otro lado en Talleres de Arte El Puente los cursos decidimos asentarlos sobre una base de “integración activa” y no de “cursos especiales”. Esta decisión tiene tres razones principales:

1. Porque los talleres son grupales pero el seguimiento individualizado.

2. Porque por nuestro método, necesitamos al grupo y necesitamos las diferencias en su interior.

3. Porque nos interesa que todo aquel que quiera sinceramente aprender pueda hacerlo.

Dicho esto, es evidente que en la mayoría de los casos, se requiere un esfuerzo extra para abordar casos especiales. Se requieren conocimientos que se pueden incorporar a través del estudio pero que se complementan y se acrecientan día a día con la experiencia. Nuestro camino lo venimos realizado al compás de alumnos que comportan capacidades diferentes, ya sean auditivas, motrices, síndrome de Down, autismo, etc. En todos los casos el tiempo y las ganas funcionan como grandes maestros que nos enseñan a todos los que integramos los talleres, desde los docentes hasta a los alumnos. El rol de padres y madres en explicarnos las particularidades y en estar incansablemente al lado de sus hijos (sean niños  o adultos) es un factor insustituible que complementa a “El Puente” de un modo que nosotros amamos. 

Sólo a modo de ejemplo, resta decir que algunas personas necesitan hacer pausas en el trabajo porque tienen tiempos más cortos de atención, en otros casos las nociones más abstractas requieren más tiempo para ser asimiladas, pero en todos los casos la mera posibilidad de convertir un problema inabordable en algo que se va transformando con el tiempo es un motivo de felicidad. Es un logro. Para nosotros El Arte es un lenguaje y poder tener un lenguaje en común estimula el aprendizaje grupal, mejora nuestras capacidades artísticas y sobre todo las humanas.